lunes, 27 de febrero de 2012

No me quieras tanto, y quiéreme mejor.



Me gustaba más cuando me demostrabas pasiones. Me alegraba verte. Es más, me encantaba. Siempre tenía algo que contarte, algo que decirte, algo por lo que sonreír-te. Yo intento serte sincera, pero tú no lo eres. Normal, tanto orgullo acaba no siendo bueno. Y espero, dos, tres, cuatro días, meses… pero años no, no puedo. Lo siento. No me gustan tus palabras a medio decir y tus enfados sin porqué. Sonríes con los labios, pero no con el corazón. Y tu mirada desmiente tus palabras. Dime tú qué quieres que haga para hacerte feliz. Cómo quererte de la manera correcta. En tu ausencia, me esperan otros labios, otras miradas que me ayudan a curarme de ti en minutos difíciles. El amor, no es amor si no duele. Y si te duele a ti, a mi más. Que es tan fácil como que dejes tu mierda de orgullo a un lado, deja los miedos atrás, y sigue recto con lo que sientes, gira a la derecha y ahí estaré yo. Pero sólo si te decides a girar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario